miércoles, 26 de junio de 2013

Bizcocho Genovés


Como os prometí la semana pasada, hoy os traigo la receta del bizcocho que usé para preparar mi tarta de cumpleaños. Si conocéis los bizcochos de soletilla, os podéis hacer una idea de la textura y sabor que tiene. 

Lo que más me sorprendió de este bizcocho es que no lleva levadura. Tenedlo en cuenta si lo vais a utilizar para una tarta, porque la masa no subirá al hornear. Es posible que crezca un pelín en el horno, pero a medida que se va enfriando bajará también un poco, así que al final quedará más o menos con la altura que tenía antes de hornear.

También me sorprendió que no lleva mantequilla, ni aceite, ni margarina... vamos que no lleva grasa alguna. Aunque he visto algunas recetas que si la incluyen, así que probaré a incorporarla la próxima vez que lo haga. Ya os contaré como queda más rico.

Ingredientes

4 huevos
120 grs de harina
120 grs de azúcar
1 cucharadita de vainilla en pasta
1 pizca de sal

Ponemos en el vaso de la KitcheAid los huevos, el azúcar, la pizca de sal y la vainilla.


Batimos a velocidad rápida 12 minutos aproximadamente para incorporar aire a la masa y que el bizcocho quede esponjoso. La mezcla habrá triplicado su volumen y tendrá un color blanquecino.


Tamizamos poco a poco la harina sobre los huevos montados. 


Vamos mezclando con movimientos envolventes para que los huevos no se bajen. Procurad llegar al fondo del vaso, si no la harina se irá depositando abajo y quedarán después quedarán burbujas de harina.


Engrasamos un molde de 20 cm y echamos en él la mezcla.


Horneamos a 170ºC durante unos 25 minutos o hasta que al pincharlo con una brocheta, esta salga limpia.

Dejamos enfriar en el molde hasta que este no queme pero que todavía esté tibio y desmoldamos. Ponemos sobre una rejilla para que se enfríe por completo y ya estará listo para comer o decorar.

Aunque con estos calores a lo mejor no apetece mucho, es un bizcocho ideal para acompañar una taza de chocolate caliente. ¿Quién se apunta?


viernes, 21 de junio de 2013

Tarta Banoffee


Los que me seguís en Facebook sabéis que el pasado sábado fue mi cumpleaños. Y aunque yo me sigo viendo en el espejo como cuando tenía 25 años, ya se va notando el paso del tiempo. 

Unos días antes, me desperté con una bonita sorpresa. Mi regalo de cumpleaños había llegado anticipadamente y era ni más mi menos que una KitchenAid. ¡Es tan bonita! Estaba claro cual iba a ser la primera tarta que iba a preparar con mi super-regalo: "MI TARTA DE CUMPLEAÑOS".


Llevaba varias semanas dándole vueltas a preparar una tarta Banoffee, pero no sabía muy bien como y decidí inventarme la receta. Vamos que iba a hacer la tarta a mi manera. Busqué algunas recetas de bizcocho con plátano pero ninguna me terminaba de convencer, así que, para probar algo nuevo utilicé un bizcocho genovés. Tenéis la receta aquí.


Como este tipo de bizcocho no sube mucho y es muy blando (para que os hagáis una idea es igual que los bizcochos de soletilla), preparé dos para hacer dos capas. Como relleno usé una buttercream de dulce de leche, plátano y una buena capa de dulce de leche.

Ingredientes para la buttercream de dulce de leche:

250 grs. de mantequilla sin sal
250 grs. de azúcar glas tamizada
2 cucharadas de dulce de leche


Ponemos en el vaso de la KitchenAid la mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubos. Batimos un par de minutos a velocidad alta. A continuación añadimos el azúcar glas previamente tamizado y volvemos a batir unos 5 minutos, esta vez empezando a baja velocidad y subiéndola poco a poco. Incorporamos ahora el dulce de leche y batimos nuevamente a alta velocidad durante un par de minutos más. Ya tenemos lista nuestra buttercream de dulce de leche.


Para el montaje de la tarta, colocamos uno de los dos bizcochos (al que previamente habremos cortado la parte de arriba para igualar y quitar la parte fea) y cubrimos con una buena capa de buttercream de dulce de leche. Cortamos un plátano en rodajas finas y las distribuimos por encima de la buttercream de tal forma que no queden huecos sin tapar. A continuación echamos por encima un chorro de dulce de leche al gusto. Yo usé una manga pastelera desechable. Colocamos por encima el otro bizcocho al que también le habremos cortado la parte de arriba.

Metemos la tarta en la nevera aproximadamente una hora para que se compacte todo y sea más fácil decorarla después.


Pasado ese tiempo, sacamos de la nevera y cubrimos con una capa fina de buttercream de dulce de leche. Esta capa nos servirá para que no se desprendan migas y nos quede todo lo más liso posible. Metemos nuevamente en la nevera hasta que esta capa se endurezca.

Rellenamos con buttercream una manga desechable y reservamos para hacer los acabados finales. 

Cuando ya esté dura la capa exterior, volvemos a cubrir con la buttercream que nos quede. Hay que intentar que la superficie quede lo más lisa posible. Ahora con la manga hacemos unas decoraciones alrededor en la parte superior. Si queréis también las podéis hacer en la parte de abajo. 


Echamos ahora una buena capa de dulce de leche en la parte de arriba, procurando cubrir toda la superficie y voilá... ya tenemos lista nuestra Tarta Banoffe.


El resultado es espectacular. Eso sí, es muy, muy, muy, muy dulce y muy, muy, muy rica. 


Para terminar os dejo una foto del corte. ¿No se os hace la boca agua?


miércoles, 12 de junio de 2013

Cupcakes de zanahoria

 

La tarta de zanahoria es una receta básica. Una vez que la pruebas repites en todas sus versiones. Es imposible no repetir porque está tan buena que es una de las primeras opciones que se te ocurren cuando quieres hornear algún dulce.

Pues eso es lo que yo he hecho en esta ocasión. Repetir mi tarta de zanahoria, pero esta vez en versión cupcakes.


La receta del bizcocho la podéis encontrar aquí. Solo tenéis que preparar las cápsulas antes de comenzar a mezclar los ingredientes y reducir el tiempo de horneado, que será de 20 minutos a la misma temperatura.


Para la crema de queso he utilizado esta receta. Cuando la crema esté lista, la introducís en una manga pastelera a la que le habréis colocado una boquilla redonda gruesa. Si no tenéis la boquilla, lo podéis hacer cortando la punta de la manga de tal forma que obtengáis el grosor deseado. El acabado no será tan regular, pero también queda bien.

Para la decoración modelé con fondant naranja y verde unas zanahorias pequeñas.


Con las cantidades de ambas recetas, podréis preparar 12 cupcakes con su correspondiente decoración.


Ahora solo hay que comérselas, pero no seáis avariciosos y compartidlos con la familia y los amigos. Sí, ya se que están buenos y que los queréis para vosotros solos, pero ya os he dicho que será una receta que preparéis una y otra vez. 


Y si queréis, también podéis enviarme a mí un par de ellos. Así os puedo decir que tal os han quedado y de paso, me endulzáis el día.



miércoles, 5 de junio de 2013

Bizcocho de leche condensada


Hoy os traigo un bizcocho del que había oído hablar en repetidas ocasiones, pero que nunca había probado. Y la verdad no se por qué, porque está buenísimo. Es muy esponjoso y dulce. Ideal para los desayunos o meriendas de los peques.


Ingredientes

1 bote de leche condensada pequeño (370 grs)
120 grs de harina
4 huevos
50 grs de mantequilla a temperatura ambiente
3/4 de sobre de levadura

Yo lo he preparado en la Thermomix, pero se puede hacer también a mano sin problemas. Lo digo para que no pongáis la excusa de que no lo hacéis porque no tenéis robot de cocina. 


Precalentamos el horno a 180ºC.

Mezclamos en un bol la levadura y la harina y reservamos.

Ponemos en el vaso la leche condensada y vamos añadiendo los huevos de uno en uno batiendo a velocidad 3 1/2, unos 7 segundos cada huevo.

A continuación añadimos la mantequilla y programamos 40 segundos velocidad 3 1/2. Si veis que quedan trocitos podéis batir un poco más.

Ahora tamizamos los ingredientes secos y programamos 30 segundos a velocidad 2 1/2.

Engrasamos un molde con mantequilla y harina o con spay desmoldante y vertemos sobre él la mezcla anterior. Yo use un molde redondo de 20 cm.

Horneamos durante 30 minutos a 180ºC.


Dejamos enfriar hasta que el molde no queme, pero que todavía este tibio y desmoldamos para que termine de enfriarse sobre una rejilla.


De verdad que me sorprendió gratamente. De hecho, me comí los trozos que iba partiendo para hacer las fotos mientras que las hacía. Si me descuido me lo como entero de una sentada. Así no se como voy a empezar la operación bikini, tendrá que ser más bien la operación gorro de lana para la nieve...



¡Que rico!


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...