miércoles, 24 de abril de 2013

Tarta Mario Bros


¿Os suena? Seguro que habéis pasado más de una tarde enganchados a este videojuego... ¿a qué sí? La seta para hacerse grande, la seta verde para conseguir una vida (1 up), las monedas flotantes, las tuberías verdes, el castillo de la princesa, las setas malas, las tortugas con alas y su inconfundible musiquilla, tino nino nino, tino nino nino... es como volver a la infancia. Es un juego que nunca pasará de moda.


El sabor de la tarta lo tenía clarísimo desde el principio, sería un bizcocho de mantequilla de cacahuete relleno de crema de Conguitos.


Aunque en las fotos no se aprecia bien, el tamaño de la tarta era considerable, más o menos para unas 25 personas. Hice dos bizcochos que quedaron bastante grandes. Mi idea era conseguir que la parte de abajo fuera un cubo, pero después de hornear el segundo bizcocho y ver el tamaño que tenía, no quise hacer otro. Si lo llego a poner, todavía estamos comiendo tarta...

Como ya he dicho era un bizcocho de mantequilla de cacahuete. Para hacerlo cogí como base el bizcocho 4/4 (tenéis la receta aquí) e hice una modificación en los ingredientes, sustituyendo 100 gramos de margarina por 100 gramos de mantequilla de cacahuete.


Para hacer la crema de Conguitos añadí a mi receta de la crema pastelera (que tenéis aquí) unos 150 gramos de Conguitos machacados con el rodillo de amasar. Otras veces los he triturado en la Thermomix, pero se quedan demasiado picados. Esta vez los trozos quedaron más grandes y se apreciban perfectamente al comer la tarta. Recordad que los Conguitos hay que añadirlos nada más retirar del fuego la crema, para que así se deshaga el chocolate.


La seta la hice con RKT (rice krispies treats). Es una mezcla de arroz inflado y nubes de azúcar, perfecta para modelar y que sabe fenomenal. Para darle un toque diferente use arroz inflado de chocolate. Más adelante os pondré un tutorial de como preparar el RKT porque se me olvidó hacer las fotos.


Y para terminar os dejo una foto del corte. Se me hace la boca agua viéndolo. ¡Qué rico!


Me voy a jugar una partida de SuperMario Bros que la tengo a medias y todavía me quedan tres vidas. Tino nino nino, tino nino nino...

viernes, 19 de abril de 2013

Cruasanes de hojaldre rellenos de crema de cacao y avellanas


Una tarde, paseando por la librería de un centro comercial vi un libro de recetas con Nutella. Una de ellas era para preparar Croissants rellenos y a los tres segundo ya tenía decidido que en cuanto llegara a casa los iba a preparar. Obviamente, no podía ponerme a copiar la receta en la tienda, así que solo me llevé la idea y en casa improvisé para prepararlos.

Lo primero que tenía que hacer era comprar los ingredientes principales, una base de hojaldre y Nutella. Cosa fácil, pensaréis. Jaja. Pues no tanto porque NO HABÍA NUTELLA en el super. Sí, sí, como lo leéis, no tenían Nutella y tuve que comprar una crema de cacao y avellanas de marca blanca (de ahí el nombre de la receta), que estaba buena, sí, pero no era lo mismo.


Ingredientes

1 base de hojaldre redonda
1 bote de crema de cacao y avellanas
1 huevo

Precalentamos el horno siguiendo las instrucciones que nos indique el envase de la masa de hojaldre.

Estiramos la masa y la cortamos en 8 trozos con un cortapizzas.


Pinchamos con un tenedor cada trozo, para que la masa no suba al hornearla.


Ponemos una cucharadita de crema de cacao en el centro de la parte más ancha. No hay que poner demasiada porque si no se saldrá al hornear. 


Después enrollamos el cruasán, empezando por la parte más ancha hasta la punta, apretando bien para que quede sellado y no se salga el relleno. Lo colocamos en la bandeja del horno sobre una lámina de papel antiadherente.


Batimos el huevo y con una brocha de silicona pintamos toda la superficie de nuestros cruasanes.


Metemos en el horno y cocemos siguiendo las instrucciones que indique el envase de la masa de hojaldre.


Y ya están listos. Podéis dejarlos enfriar sobre una rejilla o comerlos calientes. De las dos formas están muy ricos.


Como habéis visto la receta no tiene complicación, pero hay veces que lo más sencillo es lo más rico. Los preparé pensando en el desayuno, pero no llegaron a la mañana siguiente. ¡Estaban riquísimos!




lunes, 15 de abril de 2013

"Suflé" de mi madre (versión fresas)


Este postre era un fijo en todas las celebraciones de mi familia. No había cumpleaños, santo, Navidad, reunión familiar o celebración cuya comida no terminara con el famoso "suflé" de mi madre. Pero de repente un día, no se muy bien porque, desapareció de nuestra mesa. Un día probamos un postre nuevo, otro día otro, y así, poco a poco, fue quedando relegado en el olvido.


Hace unos días vinieron a cenar unos amigos a casa y retomé este postre aunque dándole un toque nuevo. Como se dice ahora: "Reinventé el "suflé" de mi madre". Resumiendo, cambié el melocotón el almíbar de la receta original por fresas en almíbar convirtiéndolo así en la versión Leticia. Éste fue el resultado.

Ingredientes:

12 bizcochos de soletilla
1 bote de fresas el almíbar
3 huevos
1/2 litro de leche
4 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de azúcar vainillado
1 1/2 cucharadas de Maizena
4 cucharadas de azúcar glas
1 pizca de sal

Colocamos los bizcochos de soletilla cubriendo el fondo de una fuente rectangular. Hay que tapar lo mejor posible todos los huecos. Echamos parte del jugo de las fresas para empapar los bizcocho, pero con cuidado de que no queden demasiado blandos.


Picamos las fresas en trozos y los repartimos encima de los bizcochos.




En el vaso de la batidora ponemos las yemas de huevo (reservar en un bol las claras), el azúcar, el azúcar vainillado, la Maizena y la leche y mezclamos bien con la batidora hasta que se deshaga bien la Maizena. Echamos la mezcla en una cazuela y lo llevamos a ebullición, removiendo constantemente hasta que espese. Verter esta mezcla sobre las fresas.

Montar las claras a punto de nieve, junto con el azúcar glas y la pizca de sal y echarlas sobre la crema anterior.

Gratinar en el horno hasta que esté dorado.


Ahora solo hay que dejarlo enfriar y ya está listo para comer.


Con esta receta participo en el sorteo que organiza Recelandia. Espero que haya suerte.

¡Ay! ¡Que de recuerdos me trae el "Suflé" de mi madre! Espero que también se convierta en un clásico en vuestras casas. Ya me contaréis.

jueves, 11 de abril de 2013

Tarta de rosas rosas


El sábado fue el aniversario de los padres de mi amigo Ismael... 39 años celebraban... casi nada. Para sorprenderlos me pidió que le preparara una tarta especial. Le di varias vueltas y al final me decanté por una tarta blanca, lisa con rosas rosas rodeando la parte superior y cayendo hacia la base como un tocado. 


El bizcocho era un cuatro cuartos de sabor natural relleno de ganaché de chocolate blanco y empapado en almíbar de naranja (podéis ver la receta aquí). Para que el bizcocho quedara un poco más grande incremente la receta original en un huevo más. Os dejo la receta que usé en este caso.


Ingredientes para el bizcocho:

5 huevos L
Harina, el peso de los huevos sin cáscara
Azúcar, el peso de los huevos sin cáscara
Margarina, el peso de los huevos sin cáscara
1 sobre de levadura Royal
1 pizca de sal
Colorante rojo

Precalentamos el horno a 180º.

Ponemos la margarina y el azúcar en el vaso de la Thermomix con la mariposa colocada y programamos 5 minutos, velocidad 3. De vez en cuando hay que abrir el vaso y bajar los resto que se van quedando alrededor.

Mientras tanto, colocamos la harina, la levadura y la pizca de sal en un bol y las removemos enérgicamente con unas barillas, así nos ahorramos tener que tamizar.

Pasados los cinco minutos, vamos a incorporar los huevos de uno en uno. Para ello, programamos velocidad 2 sin tiempo y los vamos echando por el bocal teniendo cuidado de que se haya incorporado bien el anterior antes de echar el siguiente. Incorporamos aquí también el colorante al gusto. En mi caso fue un cuarto de cucharadita, para que quedara rosa.

Ahora hay que incorporar la harina siguiendo el mismo procedimiento que con los huevos. Programamos velocidad 2, sin tiempo y vamos echando cucharada a cucharada, sin prisa pero sin pausa.

Engrasamos un molde con spray antiadherente y echamos en el la mezcla anterior. Hornear a 180º durante 45-50 minutos para un molde redondo de 20 cms.


Si os gusta, podéis cambiar la margarina por mantequilla. El bizcocho también estará muy rico, pero se queda un poco más apretado y compacto.


Ingredientes para el ganaché de chocolate blanco:

150 gr de chocolate blanco para fundir
5 cucharadas soperas de nata líquida para montar.
1 pizca de sal
1 cucharada sopera de azúcar moreno.

Ponemos en un bol de vidrio el chocolate blanco partido en trozos pequeños. En un cazo echamos la nata, el azúcar y la pizca de sal y lo llevamos a ebullición. Vertemos la mezcla sobre el chocolate troceado y removemos hasta que esté totalmente disuelto. Enfriar y listo.

Para que el chocolate quedara rosa le añadí un poco de colorante rojo para chocolate.


Las rosas están hechas con fondant rosa en distintas tonalidades. Las fui preparando un par de días antes para que endurecieran y poder colocarlas mejor en la tarta. 


Decimos ahora las palabras mágicas y ¡voilá!, ya tenemos lista nuestra tarta. Sencilla y elegante. ¿Qué más se puede pedir para celebrar un aniversario?

Y como no, una foto del interior. Para que veáis que estaba todo coordinado y en la misma gama de colores. Siempre sorprende cortar la carta y encontrar el interior colorido.



viernes, 5 de abril de 2013

Tarta hoyo 18


Hace unos días fue el cumpleaños de mi amigo Jaime. Como el golf es una de sus grandes pasiones y para recordar aquellas tardes de domingo con nuestros carritos a cuestas, helados de frío o asados de calor, le regalé una tarta decorada como un campo de golf, con su bunker, su palo, su bola... todo ello colocado en el green del hoyo 18.


Esta vez probé una combinación de sabores diferente con un bizcocho que es uno de mis favoritos, el Red Velvet, empapado en almíbar de naranja (podéis ver la receta aquí) y relleno de buttercream de queso mascarpone. 


Ingredientes para la buttercream de queso mascarpone:

200 gr de preparado buttercream
200 gr de agua
100 gr de mantequilla
150 gr de queso mascarpone

Mezclamos el preparado de buttercream con el agua y lo dejamos reposar siguiendo las instrucciones del envase. Pasado ese tiempo, ponemos la mantequilla cortada en dados y a temperatura ambiente en el vaso de la Thermomix (con la mariposa puesta) . Programamos cinco minutos, velocidad 3. 

Una vez que la mantequilla se ha blanqueado y aumentado su volumen, añadimos el queso mascarpone y programamos 1 minuto, velocidad 3. Después vamos añadiendo el preparado buttercream poco a poco sin dejar de batir a la misma velocidad. Y ya está lista para rellenar nuestra tarta.

He probado varias recetas para hacer la buttercream y ésta es la que mejor resultado me da. ¿Por qué?, os preguntaréis. Pues muy fácil, porque la tengo que preparar con la Thermomix y esta receta es la única con la que he conseguido que tenga la consistencia que necesito. Si la hago solamente con mantequilla y azúcar siempre se queda demasiado blanda. 


Los adornos están hecho con fondant de varios colores y la hierba con un poco de buttercream de mascarpone teñida de verde. Para el bunker rebajé un poco el bizcocho con una cuchara y cubrí el hueco con galletas María picadas.


Y para terminar, una imagen del interior, aunque ahora que lo pienso, no recuerdo que el campo de golf real tuviera ese aspecto...


Jaime, espero que te gustara la tarta y que la disfrutaras con tu familia. Tengo ganas de volver a jugar otra vez, pasábamos muy buenos ratos en el campo. ¡El año que viene, otra!

martes, 26 de marzo de 2013

Torrijas


Como no solo de fondant vive el hombre, hoy os voy a mostrar como hacemos en mi casa las torrijas. Seguro que cuando lo leáis os pasará por la cabeza la idea de que vosotros no las hacéis así, pero también pensad que esto es como la tortilla de patatas, cada uno le da su toque personal.


Vamos con los ingredientes:

1 barra de pan del día anterior (en las tiendas podéis encontrar barras de pan especiales para torrijas; a mí personalmente no me gustan, prefiero usar una barra de pan normal de toda la vida)
1 l de leche
8 cucharadas soperas de azúcar
canela en rama
un trozo de piel de limón
un trozo de piel de naranja
2 huevos
5 cucharadas soperas de miel
1 vaso de agua
azúcar y canela molida
aceite de oliva

Se pone en un cazo a hervir a fuego lento, removiendo de vez en cuando, la leche, las pieles del limón y la naranja, la rama de canela y el azúcar.


Mientras tanto vamos cortando el pan en rebanadas no muy gruesas y las vamos colocando en una bandeja.

Una vez que ha hervido la leche la vamos echando con un cazo por encima de cada rebanada. Echad un poco más de la mitad de la leche. Cuando veáis que ya están blandos los bordes del pan por la parte que está pegada a la bandeja, es el momento de darles la vuelta. Tened en cuenta que estarán bastante blanditas, así que hay que tener mucho cuidado al manipularlas. Echad el resto de la leche y a esperar a que empapen bien.


Mientras tanto batimos los huevos. También podemos ir preparando la mezcla de azúcar y canela en polvo que echaremos por encima de las torrijas cuando ya estén fritas.


Cuando los bordes del pan ya estén blandos, hay que preparar "la cadena de montaje de torrijas". A partir de este punto es un no parar. Lo primero preparar el almíbar, para lo que hay que poner en una cazuela el agua junto con la miel y un trocito de canela en rama y dejar hervir a fuego lento. 


También ponemos en una sartén una buena cantidad de aceite de oliva (cuando echemos las torrijas deben flotar) y tres o cuatro palillos de madera, lo que evitará que se forme espuma al freír las torrijas. Una vez que el aceite esté caliente, cogemos una de las rebanadas de pan, escurrimos el exceso de leche, la rebozamos en el huevo...


...y la echamos en la sartén. Una vez que esté dorada (y no antes, no seáis nerviosos) le damos la vuelta.  Dependiendo del tamaño de vuestra sartén podréis añadir dos o más torrijas a la vez.


Cuando esté lista por los dos lados, la sacamos, escurrimos bien el exceso de aceite y la metemos en la cazuela donde está el almíbar cociendo a fuego lento. La dejamos unos segundos, le damos la vuelta, la volvemos a dejar unos segundos y la sacamos. 


Ya solo nos queda espolvorearla por encima con la mezcla de azúcar y canela. 


Repitiendo este proceso con cada rebanada de pan tendremos listas nuestras torrijas para Semana Santa. Con un poco de práctica no es tan difícil ni laborioso como parece.


Me han quedado riquísimas. Y no es porque lo diga yo, lo dice la nevera... las preparé el domingo por la tarde y ya no queda ninguna.


Espero que os animéis a prepararlas. Hay que conservar las tradiciones, porque poco a poco las estamos perdiendo. Además esta tradición es de lo más dulce, ¿no os parece?


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